Desde la idea hasta el desarrollo del proyecto: la comunicación como eje transversal
Suele pasar que a los profesionales de la comunicación, ya sea personal por cuenta propia o ajena, lo llamen cuando ya se está ejecutando el proyecto. La comunicación parece ser que es el último eslabón en la cadena de actividades que se llevan a cabo. «Debes montar la página web», «haz un folleto y no te olvides de meter los logotipos de la Comisión Europea», «organiza el workshop e invita a todos los socios»,…. Pueden ser las frases que un responsable de comunicación escuche en este sentido.
Las entidades siguen sin darle la importancia necesaria a la comunicación en los proyectos. Una cuestión que se hace algo incomprensible cuando incluso la CE en convocatorias como la de H2020 le da una relevancia clave. Es una obligación y se evalúa.
Aún queda camino por recorrer para que en la redacción de proyectos se incluya a profesionales de la comunicación capaces de otorgar una visión más próxima al público y más cercana a la realidad. Porque es cierto que cuando los técnicos de proyectos y/o especialistas en innovación inician el arduo camino de gestar un proyecto desde la propia idea se olvidan, en muchas ocasiones, que hay profesionales que, por su trabajo, pueden generar una perspectiva pragmática que le dé a la propuesta el giro necesario para que guste a los evaluadores.
En el proceso que hay desde que se genera la idea hasta que se ejecuta el proyecto, se pasa por una serie de etapas que son siempre -en la mayoría de las ocasiones- las mismas. Pues en todo ese proceso evolutivo hay un eje transversal, la comunicación.
La idea
No hace mucho escuché en un evento organizado para promocionar una convocatoria de financiación, una frase bastante interesante:
«Si no partimos de una idea de proyecto potente no habrá una buena estrategia de comunicación».
Cierto. Pero esa relación entre la idea y la comunicación quizás para algunos tan obvia, para otros no lo es.
La idea puede estar ahí en la mente del que la gesta pero para que se plasme en un documento y se postule como proyecto, se necesita comunicación. Para que esa idea traspase la frontera de la entidad gestora y guste a otras entidades que quieran apoyarla y formar consorcio se necesita, comunicación. La idea es sólo un concepto etéreo que no tiene sentido sino se conforma como una propuesta gracias, en parte, a la comunicación.
Incluso en esta etapa cuando se empiezan a dar posibles nombres al proyecto. Es ahí donde deberían recurrir a profesionales de la comunicación que pueden dar una excelente visión sobre cómo denominar un proyecto.
Se ha llevado durante mucho tiempo utilizar siglas. Para muestra un botón: BRAUDEL-IFER-FMSH (Fernand Braudel International Fellowships for Experienced Researchers in Social Sciences and Humanities). Cuando en la mayoría de las ocasiones es un sinsentido, y sólo para los que están trabajando en el proyecto puede tener alguna explicación. Hay que buscar títulos de proyectos que enganchen al público, que sean fáciles de recordar y que puedan usarse fácilmente para una web, para redes sociales o para la propia cartelería.
A la hora de nominar ya debemos tener una perspectiva próxima a la comunicación y al marketing. El branding de tu proyecto se inicia cuando se gesta la idea. No cuando el proyecto lleva meses aprobado. Trabajar desde esta perspectiva puede facilitar mucho la labor a posteriori.
El consorcio
Aquí puede pasar que seas el líder de la propuesta o el socio. (Otra cuestión es que sean propuestas en la que vaya una entidad sola).
Si eres líder, tu papel esencial es el de promocionar la creación de un consorcio acorde a tus objetivos. Y para eso necesitas mucho de la comunicación. Si buscas a través de contactos o de las referencias de entidades amigas, o a través de los canales que la CE ofrece para la búsqueda de socios, o por cualquiera otra vía, necesitas comunicación. ¿Cómo transmite la idea de proyecto?, ¿qué canales utilizas?, ¿de qué forma remites la propuesta?, ¿a quién debes enviársela? Son cuestiones que se deben plantear previamente y que necesita, por qué no, de profesionales de comunicación para el asesoramiento.
Si buscas participar como socio o están buscando a tu entidad para formar parte del consorcio, también necesitas de comunicación. ¿Qué imagen ofreces?, ¿qué mensajes transmites?, ¿quién recoge la propuesta?, ¿cómo se establece los contactos?, ¿cómo se gestiona el consorcio? Como en el caso anterior, el asesoramiento de expertos en estas líndes no supone restar, en todo caso supone sumar.
La propuesta
Sobre esto se podría hablar largo y tendido de lo que debe contener una propuesta en lo referido a la comunicación. Estaríamos hablando del propio contenido del proyecto: plan de comunicación, estrategia, objetivos, actividades, canales,…
Este aspecto podría dar para un post exclusivamente hablando de ello. Por lo que lo dejaré para otro artículo. Sólo diré que las propuestas deben contar con una estrategia muy bien definida, trabajada y bien planteada.
El desarrollo
No cabe duda de que el éxito de un proyecto viene dado, en parte, por la gestión, colaboración y cohesión de las entidades que conforman el consorcio. Las distintas singularidades de cada uno de los socios, ya sea por lengua, cultura, país, incluso por la propia entidad en sí pueden ocasionar problemas, dificultades en la ejecución y buen fin de un proyecto. Es clave la creación de una estrategia de comunicación interna que amortigüe cualquier tipo de incidencia o cualquier tipo de crisis.
Con todo ello,
¿Alguien duda de la importancia de la comunicación en un proyecto financiado por la CE?
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